Pablo Lira. *
RESUMEN
Este artículo describe lo que el autor visualiza como el contexto de las nuevas realidades organizativas; el significado y la importancia de la inteligencia tecnoecómica empresarial (ITE); su relación con la gerencia estratégica; la descripción del modelo de la ITE; algunos lineamientos para la instrumentación de una unidad de ITE; la importancia del aspecto ético del proceso y las conclusiones. Este enfoque se fundamenta en las nuevas realidades tecnológicas, económicas y gerenciales de las empresas venezolanas y latinoamericanas; lo cual les exige desarrollar o utilizar mecanismos formales efectivos de monitoreo sistemático del entorno tecnológico y competitivo. Ésto es, la obtención, organización, análisis y poner la información en acción. Este proceso de agregación de valor estratégico facilita al equipo gerencial la identificación de información útil y desplegar estrategias competitivas para mantenerse en el mercado. |
ABSTRACT
This article describes what the author views as the context of the new organizational realities; the meaning and the importance of the thecno-economic intelligence (TEI); its relationship with strategic management; The description of the TEI model process; TEI implantation guidelines; the importance of the ethical aspects of the process, and the conclusions. This approach is based on the new thecnological, economical and management realities of the venezuelan and latinoamerican companies, which urges them to implement or use formal and effective mechanisms for monitoring the competitive and thecnological enviroment systematically. This is the gathering, organizing, analyzing and putting information into action; this strategic adding value process helps management teams to identify insightful information and deploy competitive strategies to keep up with the market. |
Los signos de los tiempos nos orientan por el camino de la obtención de mejores formas de conducción de nuestras empresas. Hoy más que nunca, la administración se encuentra en un ambiente de reflexión, de autogeneración de conceptos y tecnologías que permiten clarificar, de alguna manera, la dinámica del entorno y su impacto en las empresas.
La competitividad global, la reestructuración, desaparición y surgimiento de nuevas estructuras, la escasez de recursos y el rediseño de procesos, hacen que la acción gerencial se centre en la gerencia de la transformación organizacional, mayor atención y cumplimiento de los requisitos del cliente, énfasis en la gerencia de costos y en la calidad de los productos y servicios.
Ante estas áreas de interés, ya no es suficiente estar informados como actividad pasiva, hay que posicionarse en una actitud proactiva ante los cambios del entorno en que se denvuelven las organizaciones, en lo que autores como Porter M. (1980), Fuld L. (1988), Gordon I. (1991) y Peña, G. (1992), han denominado inteligencia competitiva, inteligencia comercial o inteligencia tecnoeconómica y más recientemente, Olivera A. (1996) inteligencia estratégica. Sin embargo, para los efectos de este artículo se utilizará el término de Inteligencia Tecnoeconómica Empresarial (ITE).
Es así que en el presente artículo, primero, se ubicará el contexto de las nuevas realidades administrativas en Venezuela y la importancia del análisis del entorno; en segundo lugar, se clarificará el significado de inteligencia tecnoecónomica como actividad sensora y alimentadora de la acción gerencial; tercero, la inteligencia tecnoeconómica empresarial (ITE) en el marco de la formulación de la estrategia; cuarto, se presenta una proposición de un modelo del proceso de ITE; quinto, la importancia de la tecnología de información en el proceso de ITE; sexto, se establecerarán algunas pautas o lineamientos guía para el funcionamiento de un equipo de apoyo o una unidad de ITE como soporte en la toma de decisiones para la conducción exitosa de nuestras organizaciones; séptimo, se tratará la cuestión ética en la ejecución del proceso y por último, se presentarán las conclusiones del tema.
1. El contexto de las nuevas realidades administrativas
En primer lugar, el tránsito de una sociedad industrializada hacia una sociedad informatizada ha implicado un cambio en la conducción de nuestras empresas y en especial hacia la gente como activos humanos poseedores del componente básico en la construcción y mantenimiento de ventajas competitivas como lo es el conocimiento. En este sentido, Toffler A. (1990) fundamentó su obra y argumentaba que los conocimientos guardados con tanto celo por los especialistas se les ha escapado de las manos y ya está en el gran público; en esta misma línea se encuentran los grandes grupos empresariales. Y a medida que el conocimiento es redistribuido, también lo es el poder basado en él. De allí que el nuevo sistema para crear riqueza se fundamenta en la mente; es decir, en la productividad de los trabajadores del conocimiento y de servicios, cuyo instrumento de trabajo es la información. Entre los cuales destacan, investigadores de las ciencias básicas y aplicadas, los profesionales que realizan labores de inteligencia competitiva, planificadores, ejecutivos, científicos sociales, ingenieros del conocimiento, educadores y comunicadores sociales.
Nuestro país ha entrado en un proceso de cambio ya sea en el ámbito político, económico y social. Nótese lo frágil de las estructuras partidistas y la credibilidad en los líderes políticos; la Agenda Venezuela como estructura guía en la adopción de las medidas económicas y su impacto tanto en las instituciones del estado (redimensionamiento y reducción de personal) como en las empresas del sector privado. Todo ello ha repercutido en el manejo por parte del ciudadano venezolano de nuevos conceptos y que este se encuentre mayor informado acerca de las decisiones del estado. Las empresas del sector privado y algunas del sector público están incorporando tecnologías gerenciales para la administración de las multihabilidades, polivalencias o competencias de sus trabajadores, no sólo para beneficio de las empresas mismas, sino para los propios trabajadores para que puedan desenvolverse en un ambiente de microempresas o sacarle el mejor provecho de pertenecer al renglón de la economía informal, o a reinsertarse nuevamente en el mercado laboral mediante programas de colocación externa. (Romero García, 1992).
Adicionalmente, muchas empresas se encuentran evaluando e incorporando herramientas para ordenar, clarificar y gerenciar de mejor manera sus costos, sus procesos y sus mismas estructuras (organizaciones planas e interconectadas). Terminologías como el "redimensionamiento organizacional, contratación externa de procesos de apoyo, colocación externa de personal y resideño de procesos de negocio" están en pleno proceso de aprendizaje, mediante la evaluación y adaptación en su ejecución, de acuerdo a nuestra realidad cultural.
En segundo lugar, los procesos de producción y de servicios se han expandido a nivel mundial; con una connotada competencia por los costosos recursos de capital, tiempo, gente, equipos y materiales, información y conocimientos. La competencia mundial desconoce fronteras en una sociedad de adversarios (la guerra de las colas es un ejemplo), Drucker (1980). Ello ha contribuido a enfatizar la orientación a la satisfacción de los requisitos del cliente, instrumentando tecnologías tropicalizadas y en algunos casos propias, de calidad y productividad; flexibilización y rápida capacidad de respuesta del proceso productivo en una economía de apertura global. Esto implica una fuerte tendencia hacia una mayor apertura de nuestra economía al capital internacional; nótese la consolidación progresiva de las asociaciones o "joint ventures" en la industria petrolera venezolana y la inversión intensiva de capital norteamericano, mexicano, colombiano, japonés y europeo, todo ello con una presencia paulatina de un equipo gerencial multicultural.
En tercer lugar, ésto ha contribuido en un marcado énfasis en la utilización de la tecnología en el campo de la informática, la cual pone a disposición abundante información a bajo costo que ha incidido en la acelerada automatización de la producción y los servicios; así como a una mayor difusión de los conocimientos de información y sistemas.
Ante esta situación, diversos autores establecen un conjunto de categorías para describir las características de la organización actual y las de la nueva empresa, en la cual estaremos conduciendo nuestros propios destinos y los del país como nación dentro del contexto mundial:
Categorías
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Organización Actual
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Nueva Empresa
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Estructura
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Jerarquía
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Plana
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Alcance
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Interna/cerrada
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Externa/abierta
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Recurso principal
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Capital
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Personas/información
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Estado
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Estable
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Dinámico/cambiante
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Punto central
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Directivos
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Profesionales
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Motivadores
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Premio/castigo
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Compromiso
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Dirección
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Control admitivo.
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Autoadministracion
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Bases de acción
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Control
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Empoderamiento
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Motivac. Personal
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Satisfacer superiores
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Logros en equipo
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Aprendizaje
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Trabajos específicos
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Múltiples capacidades
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Compensación
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Posición jerárquica
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Nivel de competencia
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Relación
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Competitiva
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Cooperativa
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Actitud
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Indiferencia
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Identificación
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Exigencias
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Admon. Dominante
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Liderazgo
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Fuente: Tapscott, D.; Caston A. (1995). "Cambio de Paradigmas Empresariales". Edit. MacGraw Hill, México.
La importancia de las iniciativas para instrumentar y mantener un proceso de ITE dirigidas al logro del éxito empresarial e institucional se fundamentan en su contribución a:
a.Desarrollar, mejorar e innovar los procesos productivos y los servicios de manera tal de consolidar la capacidad de la organización de perdurar en el tiempo; es decir, contribuir con la viabilidad de la empresa.
b.Mantener la estabilidad de la empresa en un estado de situación de alta turbulencia ambiental, mediante la reducción de incertidumbre en una actualización progresiva y contínua de sus estructuras (estrategias, objetivos, políticas, normas y esquemas organizativos entre otros).
c.Competir exitosamente por la obtención y disponibildad de recursos: capital, tiempo, equipos y materiales, gente, información y conocimientos. Ventocilla E., Alfonso R. (1995).
Ahora bien, las empresas deberán desarrollar una serie de capacidades que brindan el soporte de los aspectos mencionados y de acuerdo a Cubillo (1991), estas comprenden:
Una capacidad de percepción de los factores del ambiente externo; es decir, el desarrollo de mecanismos que permitan detectar y evaluar, con suficiente anticipación, las oportunidades y amenazas para la empresa. Esto incluye por ejemplo, la capacidad para dar respuesta a interrogantes tales como: Qué están haciendo los competidores y qué son capaces de hacer ; Cuáles son las premisas o suposiciones bajo las cuales ellos operan; Cuáles son las probabilidades de que ocurran nuevos desarrollos en el campo tecnológico, para qué fecha y cuál será su impacto en el sector.
Una capacidad de percepción de los factores del ambiente interno, tales como el clima organizacional, la situación financiera y la capacidad de endeudamiento de la empresa, las habilidades y destrezas de los activos humanos y sus necesidades de formación y entrenamiento y otros, los cuales determinan en gran medida, las debilidades y fortalezas de la empresa o institución.
Una capacidad para anticipar la probabilidad de escenarios, la evolución de problemas y de las soluciones asociadas.