Alexis Mercado, Raquel Rengifo.
Las formas modernas de organización de la innovación apuntan para la constitución de redes de amplia interacción. Redes que se componen de los diferentes actores involucrados en el vasto proceso de desarrollo de conocimiento científico y tecnológico. En ese sentido, pensamos que el SIQPM puede constituirse en un punto nodal de una red de innovación del complejo químico venezolano, ya que, como se vio, dispone, entre otras cosas, de información detallada sobre los principales actores que participan en este proceso (empresas y centros de investigación). Así, su gran ventaja es la flexibilidad y la posibilidad de suministrar información en forma rápida a los interesados. Pero, además, puede ofrecerla de forma ágil y económica, debido que se nutre del acervo de conocimiento de varios años de investigación.
A continuación, presentamos aspectos que a nuestro juicio, pueden ser de gran utilidad para el desarrollo de actividades innovativas de los diversos involucrados.
Tenemos que la información general sobre las empresas actuantes en las cadenas productivas en los países participantes en el proyecto, permiten establecer una visión clara del mercado regional donde se desempeña la empresa, algo por demás indispensable en estos momentos, cuando se adelantan los procesos de integración de Venezuela con el MERCOSUR y su participación en el grupo de los tres.
Esta información resulta de gran interés para los empresarios locales y los organismos promotores de la actividad tecnológica, ya que ella puede permitir conocer fuentes de materias primas alternativas a las tradicionales, posibilidades de mercado y de constitución de acuerdos de asociación estratégica con empresas de los demás países.
Puede ofrecer, además, un claro panorama de las posibilidades de integración nacional e intrarregional. Un rápido análisis de las cadenas demuestra que en el caso venezolano el nivel de integración aun es bajo, y la información analizada hasta ahora sobre la industria brasileña, demuestra un mayor número de cadenas estructuradas. La identificación de las empresas que trabajan en aquellos eslabones aun no ocupados en Venezuela permitiría establecer las posibles concatenaciones entre los complejos industriales de los países participantes en el proyecto.
A titulo de ejemplo hipotético podemos señalar que en la cadena de integración del metanol, el país posee extraordinarios recursos de gas natural y dos de las plantas de producción de metanol más grandes del mundo. Sin embargo, no produce formaldehído (intermediario precursor de gran importancia para las industrias de gomas, resinas, plastificantes, etc.) y su importación supera el millón de dólares. En el caso Brasileño, identificamos una serie de empresas productoras, algunas de capital nacional. Así podría explorarse el establecimiento de relaciones usuario-productor con esas empresas brasileñas bien sea para el suministro y la adquisición de materia prima e insumos o para el establecimiento de acuerdos de traspaso y/o desarrollo de tecnología.
Uno de los problemas que hemos identificado con mayor precisión a lo largo de nuestras investigaciones, es el desconocimiento por parte de los empresarios de las actividades desarrolladas por los centros de investigación. En el caso venezolano, en los últimos años se ha venido desarrollando una interesante experiencia de creación de empresas universitarias y centros de prestación de servicios. Sin embargo, gran cantidad de empresas, en especial las medianas y pequeñas, desconocen este proceso, desaprovechando las oportunidades que les pueden ofrecer. Tener esta información centralizada, aunada a la instrumentación de estrategias de divulgación, puede constituir un elemento de difusión de conocimiento entre este importante segmento del complejo industrial.
Si bien nuestros estudios han demostrado que las vinculaciones para el desarrollo conjunto de actividades de I&D es muy bajo, este no deja de tener un significado importante en términos demostrativos. Nos referimos al hecho de que sí es posible algún tipo de desarrollo tecnológico conjunto. Conocer en forma explícita las líneas de investigación que desarrollan las universidades puede constituir un primer paso en esta dirección.
Pero por la complejidad que presenta esta actividad, presentaremos un análisis más detallado de la misma cuando se discuta la utilidad del sistema para los organismos encargados de desarrollar la política tecnológica e industrial.
Finalmente, se aspira que el Sistema de Información llegue a desarrollar una capacidad de monitoreo de las tendencias internacionales de la tecnología. Esto permitiría a las pequeñas y medias unidades empresariales tener acceso a este tipo de información, fundamental en estructuras de mercado cada vez más abiertas. En otras palabras, la coordinación y manejo de la información desde este organismo, determina una disminución apreciable de los costos de transacción asociados a su búsqueda.
Viéndolo desde la perspectiva de los eventuales oferentes de la tecnología, el Sistema puede proveer información desagregada de las características del parque industrial (empresas) a aquellas personas o grupos de los centros de investigación que quieran divulgar sus actividades.
El SIQPM, al mantener contacto con empresas puede servir de mostrador privilegiado tanto de las actividades de servicios como las de investigación y desarrollo que desarrollan los centros de investigación. A parte de proporcionar los ya reconocidos servicios de análisis que prestan estas instituciones, surge la posibilidad de promover actividades conjuntas de I&D con las empresas.
En la actual coyuntura económica, marcada por políticas de apertura y desregulación, y siendo Venezuela un país con claras ventajas comparativas en el área petroquímica y química, se torna imprescindible pensar en el diseño de políticas y estrategias que procuren elevar el nivel de capacitación tecnológica de las empresas de este complejo industrial, en particular de las de capital nacional.
Un punto clave para el diseño de estas acciones es focalizarlas en el nivel sectorial. Para ello, la información de la realidad industrial resulta un elemento clave en su formulación.
Se puede pensar en la instrumentación de programas que apunten al incremento de la competitividad de las empresas, a través de la elevación del nivel de capacitación tecnológica, y un punto de partida son las clasificaciones industriales existentes que han permitido el diseño de un indicador de desempeño tecnológico y el actual desarrollo de un software de simulación. 5
Este programa podría basarse en la identificación de necesidades y deficiencias tecnológicas de las empresas. Un programa de apoyo a través del estimulo de la capacitación tecnológica, con participación de centros de investigación y/o de las universidades nacionales, es una experiencia probada con razonable éxito en otros países, resultando ilustrativa la experiencia desarrollada por diversas organizaciones gremiales y de investigación en Brasil, para adelantar un programa de capacitación de las empresas de química fina.
Resultados de la encuesta CONICIT-OCEI anteriormente señalada, demuestran que existe un esfuerzo tecnológico que, si bien es pequeño, resulta mayor de lo que los organismos encargados de la política tecnológica e industrial habían estimado (el porcentaje de la inversión en I&D del sector privado puede llegar a constituir un sexto de la inversión total). Conocer estas capacidades, constituye un elemento fundamental para la instrumentación de políticas en el área tecnológica.
De igual forma, tener a disposición la información sobre todas las actividades de investigación que desarrollan los centros de investigación, serviría para el diseño e instrumentación de acuerdos de I&D conjuntos entre estos centros y las empresas productivas.