ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea) - Revista Espacios – Vol. 44, Nº 09, Año 2023 • Nov-Dic
LÓPEZ M.J. «Análisis del dominio de los contenidos disciplinares en los docentes egresados de una
universidad ecuatoriana»
la búsqueda de información, fácilmente disponible en internet, sino en el manejo de aquello que pudiéramos
llamar la vertebración científico-cultural. Es decir, una base mínima de conocimientos consolidados en las
distintas áreas del saber. Un andamiaje de conocimientos elementales sobre la lengua castellana, la matemática,
la historia, la geografía o la biología que funcionan como cimientos sobre los cuales se van añadiendo
conocimientos cada vez más profundos. Por ejemplo, el dominar el análisis gramatical de una oración y las
funciones de sus elementos constitutivos (identificar el sujeto y el predicado). En matemática poder entender y
no memorizar los algoritmos de las operaciones básicas, comprender la noción de fracción y su representación
en una recta numérica o lo que significa un mililitro con relación a un litro. Conocer los puntos cardinales y poder
ubicarlos dentro de cualquier espacio geográfico. Son estos conocimientos a los que se refieren los egresados y
que, al no dominarlos, difícilmente podrán enseñarlos a sus alumnos. Obviamente, estos elementos no se
encuentran en internet a la disposición de cualquier persona, se requiere de una enseñanza intencional para
poder manejarlos con fluidez.
Todo lo anterior indica las dificultades enfrentadas por los diplomados de la carrera al momento de enfrentarse
al currículo ecuatoriano en las aulas de clase. Algunas de estas carencias fueron observadas en el desempeño de
los egresados como se verá en el siguiente apartado.
3.2. Manejo de los contenidos disciplinares
Luego de realizar las observaciones dentro de las aulas de clase se constataron algunos errores en el contenido
de las materias dictadas por los egresados. En un caso puede decirse que hubo un error conceptual grave y en
dos circunstancias los egresados cometieron equivocaciones al momento de responder preguntas espontáneas
de los alumnos. Es decir, que los estudiantes hicieron preguntas que no estaban previstas dentro de las
planificaciones de la clase y los graduados tuvieron que tomar decisiones en el momento. Por ejemplo, en una
de las situaciones, el tema de la clase era la utilización de los verboides (el gerundio, el infinitivo y el participio).
Uno de los ejemplos utilizados incluía el verbo: “ha tenido”. Una estudiante preguntó sorpresivamente si se
trataba del verbo haber o de tener. El egresado confundió el tiempo verbal compuesto con su auxiliar y pensó
que en “ha tenido” el verbo era “haber” y no, como era lo correcto, el pretérito perfecto del verbo “tener”.
En otro caso, el tema era la utilización de la letra “hache”. La clase se desarrollaba como prevista hasta que el
graduado envió un deber para las casas. Se debía utilizar dicha letra en diferentes oraciones. Uno de los
estudiantes preguntó si en oraciones simples o compuestas y pidió explicaciones sobre la diferencia entre los
dos tipos de oraciones. La respuesta ofrecida por el egresado fue: “las oraciones simples son más cortas y las
complejas más largas”. Cuando lo correcto hubiera sido explicar que las oraciones compuestas tienen dos
predicados, son oraciones que tienen una oración principal y una oración dependiente, encabezadas por una
conjunción o por un nexo subordinante y las oraciones simples tienen un solo predicado.
El único caso donde se presentó un error conceptual desde la planificación de la clase se refiere a una sesión
cuyo objetivo era el estudio del origen de la escritura. Allí se confundió a los papiros (primer papel utilizado por
los egipcios fabricado a partir de la planta acuática Cyperus papyrus) con los pergaminos (papel inventado
posteriormente en Pérgamo hecho en base a la piel de animales deshidratados). Además, se explicó a los
alumnos que la escritura cuneiforme había sido inventada en China cuando en realidad fue creada por los
antiguos sumerios en Mesopotamia.
La actividad que se solicitó a los estudiantes estuvo marcada durante toda la clase por estas equivocaciones. La
docente les pidió elaborar un rollo que consistía en dos varillas terminadas en una bola, a esta estructura la llamó
papiro. A la estructura se le agregó un papel largo entre las dos varillas. Y lo llamó pergamino. Cuando no es
cierto que el papiro fuera la estructura y el pergamino el lugar donde se escribía.