Espacios. Vol. 37 (Nº 08) Año 2016. Pág. 12
Martha Liliana TORRES-BARRETO 1; José NOEL Martínez 2; Lucelly Carolina MEZA-ARIZA 3; Leda Paz MUÑOZ Molina 4
Recibido: 08/11/15 • Aprobado: 16/11/2015
1. Textiles inteligentes y textrónica
2. Un panorama actual de los textiles técnicos e inteligentes
3. La gestión del cambio en las empresas impulsado por el aprendizaje organizacional
4. Las capacidades de las empresas
5. Las capacidades dinámicas y la industria de la confección.
8. Conclusiones y desarrollo futuro
RESUMEN: La industria de la confección de prendas de vestir pertenece a uno de los sectores más tradicionales de la economía, precisamente por estar vinculado a una necesidad básica del ser humano: el vestir. No obstante, durante la última década se está perfeccionando la oferta de nuevos textiles llamados "inteligentes" por sus interacciones con el entorno, ya que integran sensores y actuadores que permiten detectar y responder frente a diversos estímulos, siendo cada vez más livianos, durables y sobre todo: útiles. El surgimiento de esta nueva era de los textiles da pie a un sinnúmero de aplicaciones y la posibilidad para que empresas tradicionales de textil y confección exploren nuevos mercados, apoyadas en el desarrollo de capacidades dinámicas que les permitan mantener ventajas competitivas sostenibles. Este trabajo propone un modelo bajo el cual un conjunto de capacidades de aprendizaje sumadas a ciertas capacidades de absorción y de innovación, pueden gestar un cambio tecnológico en el sector textil confección, que necesariamente deberá verse apoyado en otro sector como el de las Tecnologías de Información y Comunicaciones. |
ABSTRACT: Garment making industry belongs to one of the more traditional sectors of the economy, precisely because they are linked to a basic need of human beings: the dress. However, during the last decade is improving the offer of new textile called "smart" by their interactions with the environment, since integrated sensors and actuators that allow to detect and respond to different stimuli, becoming increasingly more lightweight, durable and above all: useful. The emergence of this new era of textiles gives rise to countless applications and the possibility for traditional textile and clothing enterprises to explore new markets, supported by the development of dynamic capabilities that enable them maintain sustainable competitive advantages. This work proposes a model under which a set of learning skills coupled with certain capacities of absorption and innovation, can gestate a technological change in the textile making, we must necessarily be supported in another sector as that of technologies of information and communications. |
En los últimos años el mundo está siendo testigo de una revolución en materia de tecnología electrónica, que está enriqueciendo los objetos cotidianos como los textiles, haciendo que circuitos, sensores, actuadores, baterías, celdas fotovoltaicas, luces, y otros elementos electrónicos, puedan imprimirse e integrarse en medios flexibles, resistentes al lavado y elásticos, como los textiles tradicionales. Así, el mercado mundial de textiles técnicos e inteligentes está creciendo rápidamente con impactos en la economía y los niveles de empleo (Committee European Economic and Social, 2013). Con este conjunto de acontecimientos, el sector textil y confección se constituye en ejemplo de cómo un sector tradicional, ha sido capaz de "reinventarse", basado en nuevos modelos de negocio que satisfacen las necesidades de una población cambiante y altamente demandante. Basados en este panorama de cambio y revolución tecnológica, se puede afirmar que aquellas empresas de sectores relacionados, que sean capaces de entender cómo incorporar las tecnologías inteligentes y convertirlas en nuevos productos textiles, serán creadoras de ventajas competitivas frente a otras del mercado (Meoli, 2002), y tendrán mayores garantías de sostenibilidad en el tiempo.
No obstante, no basta sólo con desarrollar la capacidad técnica para crear nuevos productos, ya que algo más profundo subyace en este cambio tecnológico: El uso y adopción de nuevas tecnologías textiles por parte de la población a nivel mundial está creando un verdadero cambio en la forma de gestionar la tecnología; lo cual implica la adopción de sistemas y prácticas, para el caso de las empresas; y de actitudes y conductas en el caso de las personas (Senge, 2011). Desde el enfoque de la Teoría de Recursos y Capacidades (Barney, 1991), la adopción de estos severos e inesperados cambios tecnológicos depende en gran medida de las capacidades dinámicas de las empresas, y una de ellas en concreto es sometida a estudio en este artículo: la capacidad dinámica de absorción. Esta capacidad permite a las empresas: integrarse, construir y reconfigurar competencias internas y externas; que derivan en la consecución de ventajas competitivas (Barney (1991); Teece et al., (1997)). Por otra parte, en cuanto a la capacidad de innovación de las empresas, se dice que es la habilidad que poseen para adaptarse a los cambios en tecnologías y mercados, incluyendo la habilidad de aprender de los errores (Helfat & Raubitschek, 2000). La capacidad de innovación también es definida como el conjunto de aptitudes de las empresas, necesarias para adaptarse a clientes cambiantes y a las nuevas oportunidades tecnológicas, configurando el entorno en el que operan para desarrollar nuevos productos y procesos (Teece, 2007).
Teniendo en cuenta lo anterior, el interés de esta propuesta es establecer un marco teórico que dé soporte al constructo sobre (Escuela Universitaria de Diseño e Innovación, 2012) capacidades dinámicas (Cohen & Levinthal, 1990), aprendizaje organizacional (Senge, 2011) y cambio tecnológico en el caso de los textiles inteligentes.
Esta investigación tiene el propósito de aportar información útil para el sector empresarial, dado que el constructo a validar incluirá un conjunto de capacidades a potenciar en aras de sostener ventajas competitivas en el tiempo; para instancias gubernamentales, ya que los resultados podrían dar soporte a líneas de apoyo en materia de ciencia y tecnología, aplicadas a este sector en particular, y también a académicos, en tanto que arrojará luz sobre la forma que las empresas están adoptando este proceso de cambio tecnológico.
Los textiles inteligentes son todos aquellos productos manufacturados a través de un proceso textil, y que responden a exigencias específicas a través de funciones técnicas. Se trata de productos de alta tecnología, complejos en su producción y para los que ha sido identificada una gran capacidad de crecimiento y de desarrollo tanto comercial como tecnológico (Deniel, 2003). Este concepto está profundamente relacionado con el término "textrónica", que proviene de la integración de los términos: textil, electrónica e informática, y que designa el incremento de la funcionalidad de los textiles para hacerlos "inteligentes" (Escuela Universitaria de Diseño e Innovación, 2012), generando la capacidad del producto textil para interactuar de forma activa con el medio que le rodea, por ejemplo, respondiendo ante estímulos (Commission, 2011). Ver Figura 1 .
Figura 1: Textrónica
Fuente: adaptado de (Escuela Universitaria de Diseño e Innovación, 2012)
El surgimiento de la textrónica provoca cambios en la visión tradicional que se tenía de los textiles, y crea nuevos usos y aplicaciones a partir de tecnologías integradas en ellos. Algunos ejemplos de la integración de electrónica y textil incluyen: electrodos textiles, circuitos impresos sobre textiles, iluminación integrada en prendas, entre otros (Rossi & Paradiso, 2011).
Originalmente las prendas con textrónica fueron desarrolladas para proteger a astronautas de variaciones térmicas, (Outlast Technologies LLC, 2014), pero a día de hoy las aplicaciones de textrónica se han extendido por todo el mundo debido al costo decreciente de la tecnología y al uso extendido de los dispositivos móviles en todo el mundo y por diferentes segmentos de la población. Son los usuarios finales quienes precisamente están haciendo que los textiles inteligentes entren gradualmente y hagan parte de su forma de vida, usándolos cada vez con más frecuencia. Así, las compañías textiles y electrónicas en todo el mundo que se están uniendo para crear textrónica, podrían ser perfectamente los gigantes del mañana.
En general, los objetos textiles inteligentes se pueden categorizar en "soft" o "hard" (Cetemmsa Technological Center, 2009), los primeros incluyen prendas como chaquetas, pantalones, e incluso ropa interior, mientras que los segundos están hechos sobre una mezcla de soportes poliméricos y textiles, como brazaletes, zapatos, etc., y adicionalmente a las funcionalidades electrónicas, se observa una tendencia a la preservación del medio ambiente. En la Figura 2 se presentan las principales características de las aplicaciones textrónicas a día de hoy.
Figura 2: Características de las aplicaciones textrónicas
Fuente: adaptado de Cetemmsa (Cetemmsa Technological Center, 2009)
A partir de la revisión bibliográfica se encuentran documentos que muestran el estado actual de la textrónica en el mundo, así como las líneas de futuro y posibles barreras para desarrollos subsiguientes (Schwarz & Langenhove, (2007); Cherenack & Van Pieterson, (2012); Tao, (2000); Rossi & Paradiso, (2011)). Por distribución geográfica, Bélgica, Turquía, China y España son los países donde se registran mayor productividad bibliográfica asociada a este tipo de materiales y productos. La razón obedece probablemente a que en estos países se localizan focos mundiales de universidades y centros de investigación dedicados al desarrollo de este tipo de textiles y prendas inteligentes (Helmer, et al., (2008); Mondal, (2008); Huang, et al., (2008); Ramachandran & Vigneswaran, (2009)).
Por sub-áreas de conocimiento, tal como se muestra en la Figura 3 , la conductividad térmica de textiles, los sensores para uso médico integrados en el textil, los textiles resistentes a la conductividad eléctrica, las prendas con control de temperatura y ritmo respiratorio, así como los nanotextiles, son las sub-áreas con mayor número de publicaciones académicas, y por tanto, donde se esperaría que se estuviera centrando el desarrollo de nuevo conocimiento en torno a textiles inteligentes
Figura 3 : Sub-áreas de conocimiento más exploradas en materia de textiles técnicos e inteligentes
Fuente: Elaboración propia a partir Gephi © y Table 2 Net (Media Lab).
De acuerdo con algunos autores, la madurez de muchas de estas tecnologías permite a día de hoy generar un sinnúmero de aplicaciones comerciales concretas, de forma que las opciones para las empresas están sólo limitadas por su creatividad y por las estrategias de adopción de tales tecnologías (Langenhove, 2007; Hanic, 2014). En la Tabla 1 se presenta una aproximación a los tipos de aplicaciones actuales de los textiles inteligentes, basada en la propuesta de Tao (2000).
Tabla 1 . Características y aplicaciones actuales de los textiles inteligentes.
Tipo de material |
Características y aplicaciones |
Materiales Poliméricos con propiedades eléctricas de conductividad |
Ocio y deporte. Aplicaciones médicas. |
Materiales Electroestimulantes |
Se aplican geles poliméricos no iónicos y elastómeros a soportes textiles. Deporte y recuperación. |
Materiales termodinámicos |
Tienen la capacidad de almacenar calor y regular la temperatura de forma automática. Ocio, trabajo, deporte. |
Materiales sensibles térmicamente |
Responden frente a cambios de temperatura con modificación en su estructura (color y forma). |
Materiales de filtración |
Controlan la permeabilidad de las membranas textiles o de prendas de vestir, haciendo que la prenda sea más transpirable. Trabajo, ocio y deporte. |
Textiles inteligentes de tipo "composite" |
Integrados con diversas capas de compuestos. |
Membranas de fibra hueca |
Se usan para propósitos de separación de gases. |
Materiales crómicos |
Estructuras textiles que se adaptan y responden a estímulos. |
Bioprocesos |
Aplicación de organismos vivos a los textiles de uso médico que incluyen por ejemplo tejidos barrera, tejidos antibacteriales, tejidos antiestáticos, entre otros. |
Fuente: Elaboración propia.
De acuerdo con la información obtenida del proceso de revisión bibliográfica, algunas de las aplicaciones de textiles inteligentes que se encuentran en el mercado y por tanto, configuran el panorama actual, permiten almacenar calor en el textil, regulándose automáticamente (Tao, 2000), otras son capaces de leer y almacenar la postura y movimientos de aquel sujeto que la viste (Mazzoldi et al., 2002), mientras que otras prendas integran sensores que monitorean diferentes variables del individuo y las trasmiten a dispositivos que la procesan (Park & Jayaraman, 2003). También se incluyen dentro de este panorama, textiles médicos, materiales que se usan para el cuidado de heridas, textiles que liberan medicamentos de forma controlada, entre otros (Langenhove, 2007). Así mismo, aparecen los textiles basados en materiales de memoria de forma (Vili, 2007), textiles termo-regulados que son materiales de cambio de fase que aprovechan el calor latente que puede ser almacenado o liberado por un material dentro de un rango determinado de temperaturas (Mondal, 2008).
El panorama incluye también textiles que presentan sensores basados en fibras capaces de medir las señales de respiración. Estos sensores, comparados con aquellos basados en el tejido en sí mismo (y no en la fibra), resultan más cómodos al momento de elaborar una prenda con ellos, y se pueden fabricar más fácilmente usando procesos de producción textil convencionales (Huang, 2008). Así mismo, los textiles tipo "avatar", con sensores integrados que permiten capturar los movimientos del individuo a través de sensores integrados en el textil. (Helmer, 2008). También se encuentran disponibles textiles diseñados a base de fibras conductoras con filamentos de cobre que tienen un buen potencial para aplicaciones en el área de electrónica para el vestir (Ramachandran & Vigneswaran, 2009).
Otra tipología de prendas disponibles en el mercado son aquellas que integran fibras fotovoltaicas dispuestas en nano capas, basadas en componentes poliméricos orgánicos que permiten recolectar electrones, y generar electricidad (Bedeloglu et al, 2010), éstas, junto con los tejidos que integran circuitos electrónicos de capas muy delgadas, se encuentran disponibles comercialmente, (Cherenak & Zysset, 2010).
Con todo el panorama descrito anteriormente es posible afirmar que la implementación tecnológica en este tipo de soportes está creciendo a grandes pasos en todo el mundo, producto de importantes inversiones en I+D de empresas públicas y privadas sobre esta área, que se considera como un tópico emergente con alta potencialidad de desarrollo (Schwarz et al, 2010); llegando incluso a ser citada como un modelo que permitiría integrar soluciones creativas en campos poco usuales (Cherenack & Van Pieterson, 2012) siendo ésta una clave para lograr sostenibilidad y crecimiento de este sector, teniendo en cuenta que tanto la electrónica como los textiles son capaces de funcionalizar en sus procesos grandes superficies a velocidades altas.
De acuerdo con Senge (2011), el aprendizaje en las organizaciones depende de tres factores: el tipo de diseño de la estructura y administración, el modo en que definen las tareas de sus integrantes, y la forma en que ellos piensan e interactúan. Así, las organizaciones "aprenden" ciertas capacidades en un proceso continuo y dinámico, y a través de ese aprendizaje se gestan cambios en su interior (Senge, 2011). Así, el cambio necesario en las empresas textiles, tal que permita gestar una estrategia tecnológica en materia de textiles inteligentes, pasa por establecer estrategias de diálogo y comunicación para identificar y analizar alternativas, generando crecimiento para la organización. Desde el punto de vista de la presente propuesta, tanto la capacidad de innovación, como la capacidad de absorción hacen parte de esta dinámica de cambio y aprendizaje organizacional continuo, y por tanto la gestión de un cambio tecnológico necesariamente debe considerarlas como estratégicas.
Por otra parte, con el crecimiento del dinamismo en los negocios, el trabajo se vincula con el aprendizaje, por tanto las organizaciones que cobrarán relevancia en el futuro serán las que aprovechen el entusiasmo y la capacidad de aprendizaje del recurso humano (Senge, 2011). Si a lo anterior se suma que la globalización ha generado cambios constantes en la forma de realizar los negocios, provocando la necesidad de adaptación de las organizaciones para sobrevivir en un medio cambiante, se puede concluir que el aprendizaje institucional es de especial relevancia en los contextos actuales.
Con respecto a las barreras para el aprendizaje, la revisión bibliográfica realizada señala que aspectos como la concentración exclusiva en cada puesto de trabajo, sin tener interés por los resultados que se generan cuando interactúan todas las partes; el refugiarseen excusas externas para explicar malos resultados, el hacer énfasis en los hechos olvidando analizar las causas; la inadecuadamente lenta adaptación a amenazas crecientes para la supervivencia (ya que una organización tiene escaso margen para el aprendizaje por ensayo y error), o el mito acerca de que el equipo puede funcionar muy bien con problemas rutinarios; son unas de las principales barreras identificadas. De esta forma, al gestionar estas barreras, se gestionan los procesos de aprendizaje de las empresas, y en la medida en que esto ocurra, se abren las posibilidades de generar cambios como el que se está sometiendo a análisis en este artículo, un cambio en la forma de absorber información y transformarla, y un cambio en la capacidad de realizar procesos efectivos de innovación.
La Teoría de los Recursos y Capacidades (TRC) de la empresa surge en el seno de la dirección estratégica bajo la premisa fundamental de la existencia de heterogeneidad entre las empresas en lo que a dotación de recursos y capacidades se refiere (Barney, (1991); Grant, (1991); (López & Sabater, 2000)); heterogeneidad que explica las diferencias de resultados entre ellas.
Los Recursos y capacidades (RC), han sido tratados por numerosos autores, la mayoría de los cuales coincide en una visión de la empresa como una colección única de RC que no se pueden comprar y vender libremente en el mercado (Wernerfelt, (1984); Rumelt, (1997)). Para esta teoría, la empresa constituye el nivel de análisis adecuado, y su misión principal es el estudio de las diferencias en los resultados empresariales.
A partir de esta teoría surge el concepto de Capacidades Dinámicas, que intenta mejorar la capacidad explicativa de la Teoría de Recursos y Capacidades, en lo que respecta a la obtención y el sostenimiento de ventajas competitivas por parte de las empresas cuando éstas operan en entornos de rápido cambio (Teece et al., 1997) Así, se considera que los recursos y capacidades tienen una naturaleza dinámica en entornos de rápido cambio, y que el desarrollo de capacidades dinámicas en estos entornos, y el hecho de crearlas más hábil y rápidamente que los competidores es lo que en realidad hace que se puedan sostener ventajas competitivas por parte de la empresa (Cockburn et al., (2000); Teece et al., (1997)). De esta forma, algunos autores demuestran que las empresas que han presentado una capacidad de respuesta oportuna, y aquellas que innovan de forma rápida y son flexibles con sus productos, son las que mayores capacidades dinámicas exhiben y por tanto, las que más ventajas competitivas alcanzan, logrando mayor desempeño empresarial (Teece et al., 1997).
El objeto concreto del presente estudio son tres tipos de capacidades: la de aprendizaje, la de absorción y la de innovación. Cada una de ellas está categorizada en divisiones que hacen más comprensible el análisis y la formulación de constructos. En el caso de las capacidades de absorción, se ha tomado la clasificación de Lumpkin & Dess (1996), y en el caso de las capacidades de innovación se ha tomado la clasificación adaptada de (Robledo, et al., 2008). Dichas clasificaciones se presentan en la Figura 4.
Figura 4: Clasificación de las capacidades
dinámicas para esta investigación
Fuente: Elaboración propia a partir de (Lumpkin & Dess, 1996)
y (Robledo, et al., 2008).
Las capacidades de absorción se analizan desde: la Capacidad de adquisición de información, la capacidad de asimilarla, de transformarla y de explotarla convenientemente. Por su parte, las capacidades dinámicas de innovación comprenden no sólo los nuevos desarrollos, sino también la capacidad de dirección estratégica, la capacidad de innovar tecnológicamente, la capacidad de producción, la capacidad de mercadeo de los bienes o servicios, la capacidad de aprendizaje organizacional, la capacidad de gestión de recursos, y la capacidad de relacionamiento (Robledo, et al (2008), Helfat & Raubitschek (2010)),
Dentro del panorama mundial de investigaciones acerca de capacidades dinámicas, el aprendizaje organizacional, la capacidad de absorción y la capacidad de innovación, son las sub-áreas con mayor número de publicaciones académicas, y por tanto, donde se esperaría que se estuviera centrando el desarrollo de nuevo conocimiento en torno a capacidades dinámicas (Ver figura 5).
Figura 5: Sub-áreas de conocimiento más exploradas en materia de capacidades dinámicas.
Fuente: Elaboración propia a partir Gephi © y Table 2 Net (Media Lab).
En concreto, en Colombia, lugar de aplicación de este estudio, se encontraron investigaciones que destacan el modelo de gestión del conocimiento propuesto por Nonaka (1995); como modelo de aprendizaje en las organizaciones. También identifican procesos de innovación relevantes para el desarrollo del sector textil como: la adquisición de maquinaria y equipo, la optimización de los procesos internos, el desarrollo del capital humano y un marketing mix determinantes para la elaboración de bienes con características especiales. Además destaca que las capacidades dinámicas poseen tres características fundamentales que son: tiempo, costo y aprendizaje (Marulanda Grisales, 2015).
En otros análisis se especifica que el cambio constante del entorno genera que las organizaciones modifiquen la forma en que realizan sus procesos para adaptarse a las nuevas exigencias de la demanda, y que la organización desarrolle ciertas competencias, da lugar al desarrollo de capacidades dinámicas. (Rivera R. & Figueroa G, 2013).
Sánchez Limón, et al. (2013) describen las capacidades tecnológicas de un grupo de empresas fabricadoras de arneses en México. El estudio mostró que las empresas habían desarrollado capacidades innovadoras básicas en aquellas actividades relacionadas con la producción, y de forma más concreta, a la aplicación de nuevos modelos organizacionales.
Manrique Correa (2015), en su estudio de la industria textil en Colombia concluye que la capacidad de innovación tecnológica es relevante para incrementar la competitividad del sector, en la medida que brinde mayor valor agregado a los productos. También destaca los pocos conocimientos en nanotextiles en Colombia, proponiendo alianzas con instituciones e industrias de otros países a la vanguardia, con el fin de capacitar al recurso humano del país acerca de los nuevos avances.
Rasiah & Mynt (2014) emplean un marco evolucionista para examinar la relación entre propiedad, capacidades tecnológicas e intensidad exportadora de empresas manufactureras de prendas de vestir en Myanmar. Los resultados muestran que las compañías extranjeras con producción conectada a cadenas de valor globales exhiben una mayor intensidad exportadora que las empresas nacionales, independientemente de su antigüedad. Las empresas extranjeras poseen una mayor capacidad tecnológica frente a las empresas nacionales. Dicha capacidad proviene de su relación con la casa matriz. También se destaca que las empresas extranjeras poseen mejores recursos humanos, mejor tecnología de procesos y capacidad de adaptación que las empresas nacionales debido su tamaño y a las grantías salariales que ofrecen.
Bermúdez Guerrero & Gutiérrez Molina, (2012) analizando las pymes productoras de una región en Colombia, concluyen que las empresas presentan rezagos en los procesos de innovación, tanto en las competencias externas como en las capacidades internas. Particularmente en el desarrollo o mejora de productos, teniendo la necesidad de establecer rutinas que desarrollen sus capacidades dinámicas, entendidas como flujos de conocimiento e información que permiten crear valor.
Robledo, et al. (2010) elaboraron una metodología basada en el sector eléctrico colombiano que permite evaluar las capacidades integrando tres componentes: un modelo conceptual basado en una aproximación sistémica a la organización basado en la propuesta conceptual de Nadler et al, (1997) y sobre ella caracterizan las capacidades; segundo, una métrica elaborada a partir del Modelo de Madurez de Capacidades (CMM); y tercero, un instrumento de implementación basado en entrevistas semi-estructuradas.
González-Campo & Hurtado Ayala, (2014) Analizan la capacidad de absorción como un constructo multidimensional y tienen como objetivo determinar la presencia de dicha capacidad en las mipymes colombianas y su relación con la innovación. Concluyen que las mipymes colombianas se caracterizan por ser innovadoras, dividiéndose en 2 categorías (exploradoras y defensivas) que dependen del tamaño de la empresa y de su tipo de estrategia. Por lo tanto, reafirman lo anterior diciendo que la capacidad de absorción no es un determinante dentro de los procesos de innovación de las mipymes colombianas; la innovación depende más de la estrategia perseguida por las empresas, que a su vez suele ser diferente según el tamaño de la empresa, dadas las restricciones que existen para cada tipo de empresa, al igual que los objetivos diferenciadores entre microempresas y pequeñas empresas.
También se encontraron dentro de la revisión bibliográfica diferentes casos de estudio que muestran que existen relaciones entre las capacidades dinámicas y la mejora de productos, por ejemplo:
Quintana García (2003) a través del caso de estudio de la empresa Newbiotechnic (NBT) perteneciente al sector biotecnológico (España), propone que las alianzas estratégicas, mediante redes de cooperación, pueden ayudar a desarrollar capacidades dinámicas necesarias para emprender proyectos de I+D que las empresas no emprenderían si no estuvieran aliadas tecnológicamente.
Cruz González, et al. (2009) con base a una muestra de 177 empresas de todo el mundo que operan en la industria del software, realizan una síntesis de los conceptos de recursos y capacidades dinámicas, así como los factores clave en el desarrollo de los mismos por parte de las empresas. Los resultados muestran que las empresas que desarrollan conjuntamente capacidad de absorción y capacidad de innovación obtienen mejores resultados económicos.
A partir de la revisión bibliográfica se puede concluir que el desarrollo de ciertas capacidades dinámicas en el seno de las empresas, tales como: la capacidad de absorción y de innovación, o la capacidad de cooperación con otros socios tecnológicos, podría derivar en la genración de nuevas capacidades, o incluso en la creación de valor, tal como se expuso en los párrafos anteriores.
A través del análisis bibliográfico, y de la integración de los conceptos anteriormente expuestos, este trabajo propone un modelo de relación entre el aprendizaje de las organizaciones, el desarrollo de capacidades dinámicas y la gestación de un cambio tecnológico que generará ventajas competitivas para las empresas. La propuesta tiene su fundamento en tres pilares: el primero, la capacidad de aprendizaje organizacional, que genera cambios en las empresas, y dentro de ellos, nuevas capacidades adquiridas (Senge, (2011); Grant R. M., (1996); Hanssen-Bauer, (1996)). El segundo; dentro de esas capacidades se encuentran: las capacidades más operativas y también las capacidades dinámicas (Teece, et al., (1997); Aminu, (2015); (Camisón & Monfort-Mir, 2012); Eisenhardt, (2000)). Estas capacidades dinámicas son de especial interés en tanto que han sido reconocidas como creadoras de ventajas competitivas sostenibles en el tiempo (Lee et al., (2015); Melikian, (1990); Winter, (2003)) y su desarrollo, entendimiento y uso en los mercados actuales se ha convertido en prioridad para CEOs en todo el mundo. Tercero: la progresión en la orientación de las empresas desde un enfoque típicamente productor de bienes exclusivamente, hacia esquemas más sostenibles en los que se combinan productos y servicios e incluyen nuevas formas de diseñarlos, manufacturarlos, venderlos y distribuirlos de forma que satisfagan necesidades cambiantes de los clientes (Gebauer (2011); Stefan (2011)).
El constructo teórico que se plantea se resume en la Figura 5, en donde se propone que la capacidad de aprendizaje que desarrollan las organizaciones, les permite adquirir (entre otras), una capacidad de absorber información del entorno, y una capacidad de innovar, que, de sostenerse en el tiempo, pueden generar un cambio tecnológico a través de ventajas competitivas frente a sus competidores. Este esquema de relaciones complementarias entre tres grupos de capacidades desarrolladas dentro de las empresas, tiene su fundamento en la Teoría de Recursos y Capacidades por una parte, y por otra, en la búsqueda por parte de las empresas, de una perspectiva que les lleva desde los productos exclusivamente, hacia los servicios que los complementan (Gebauer, 2011).
Figura 6: Constructo teórico
Fuente: Elaboración propia.
Continuando con el enfoque expuesto anteriormente se hace relevante destacar que pese a que las empresas posean la capacidad de innovación y capacidad de marketing favoreciendo el desarrollo de mejores productos de forma más rápida en comparación con sus competidores, no alcanzará un rendimiento superior en un largo plazo si no posee la capacidad de aprendizaje, (O'Cass, et al. (2013); Chaston et al., 2001).
De forma concreta; las capacidades de absorción han demostrado contribuir a un mejor desempeño empresarial en la medida en que juegan un rol en la transformación de conocimiento externo de las organizaciones en beneficios tangibles para las mismas. Estos beneficios se concretan en nuevos desarrollos de productos, si la capacidad de absorción se combina con capacidades tecnológicas (Tzokas, et al., 2015), o si se combina con aspectos relacionados con posibles clientes de nuevos productos (Baker & Sinkula, 1999; Cooper & Kleinschmidt, (1995); Morgan, et al., 2009).
Existen en la literatura numerosos estudios que concluyen acerca de la relación existente entre las capacidades dinámicas de absorción de una empresa y sus capacidades tecnológicas, encontrando una relación positiva (Lui, et al., 2013); así como entre las capacidades de absorción y las capacidades de creación de conocimiento de una empresa, (Su, et al., 2013).
Por otra parte, las capacidades de innovación también han sido ampliamente tratadas en la literatura. Recientemente se ha señalado que una de las capacidades dinámicas de innovación, la capacidad de Dirección Estratégica, es en realidad una de las capacidades con el potencial de generar más capacidades dinámicas, de cualquier tipo (Gebauer, 2011).
Considerando el elevado dinamismo y complejidad del entorno económico actual, las empresas están llamadas a tomar acciones alrededor de la importancia del conocimiento para el sostenimiento de sus ventajas competitivas (Camisón et al, 2014).
El presente artículo es de carácter teórico. La revisión bibliográfica exhaustiva ha sido el mecanismo que ha dado lugar a los planteamientos aquí formulados. Esta revisión se ha basado en búsquedas bibliográficas usando una metodología de configuración de redes de conocimiento, a través de software libre (Table 2 Net & Gephi), que han permitido la identificación de nodos de conocimiento y la profundización sobre los mismos.
Este artículo hace una propuesta teórica de relaciones entre variables asociadas a determinadas capacidades dinámicas de las empresas. La propuesta tiene su fundamento en la teoría de recursos y capacidades (Teece et al., (1997); Robledo et al., (2008)), y en la teoría de aprendizaje organizacional (Senge, 2011). El postulado central es que la capacidad de aprendizaje permite a las empresas desarrollar una capacidad de absorción y una capacidad de innovación que pueden generar ventajas competitivas sostenibles en el tiempo para las empresas, y que serán las que gesten el cambio tecnológico que las empresas necesitan para asumir el reto de la elaboración de prendas inteligentes.
Esta propuesta surge en el marco del cambio tecnológico que podrían experimentar las empresas de los clúster confección de prendas de vestir y tecnología, a razón del surgimiento del campo de los textiles inteligentes como oportunidad de reconversión de uno de los sectores más tradicionales de la economía: el textil, apoyados en otros sectores, de base tecnológica.
El modelo teórico aquí propuesto puede ser sometido a validación en estudios subsiguientes, a través de la medición de capacidades de los clústeres textil / confección, y tecnología en las regiones colombianas; así como la medición de sus resultados empresariales. Así validado, el constructo podría evidenciar las capacidades requeridas por las empresas en aras de promover ventajas competitivas al momento de incursionar en el área de textiles inteligentes.
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1. Ingeniera de Sistemas, Universidad Autónoma de Bucaramanga. Doctora en Ciencias Económicas, Universidad de Castilla-La Mancha, España. Master en Economía Industrial, Universidad Carlos III de Madrid, España. Líder grupo de Investigación Porter, Universitaria de Investigación y Desarrollo - UDI. Bucaramanga (Colombia) Correo electrónico: malitorres@yahoo.com.
2. Ingeniero de Sistemas, Universidad Cooperativa de Colombia. Candidato a magister en Tecnologías de la Información y Comunicaciones, Universidad Cooperativa de Colombia, Administrador de Empresas por la Universidad Cooperativa de Colombia. Correo electrónico: josenoel72@hotmail.com.
3. Licenciada en Administración y Dirección de Empresas - Universidad Politécnica de Valencia, España. Especialista en Sistemas Integrados de Gestión - Universidad Pontificia Bolivariana. © Magíster Gestión Humana y Desarrollo Organizacional – Universidad Externado de Colombia. Investigador grupo de Investigación Porter, Universitaria de Investigación y Desarrollo - UDI. Bucaramanga (Colombia). Correo electrónico: lmeza1@udi.edu.co.
4. Ingeniera Industrial, Universidad de Santander. © Máster en Energías Renovables - Universidad Europea del Atlántico, España. Investigador grupo de Investigación Sinergia, Universitaria de Investigación y Desarrollo - UDI. Bucaramanga (Colombia). Correo electrónico: lmunoz2@udi.edu.co.