Leonor Rondón León*
RESUMEN: En el presente artículo se realiza una revisión acerca de la importancia de los indicadores de impacto de la Ciencia y la Tecnología (CT) sobre la sociedad y se describen avances obtenidos respecto a su diseño. La novedad del campo y la naturaleza multidimensional de lo social son factores importantes en la falta de definición y claridad que ha caracterizado el proceso de diseño de este tipo de indicadores. Hasta el presente no se ha podido concretar un listado específico de indicadores de impacto de la CT sobre la sociedad. El proceso reflexivo desarrollado trata de aportar elementos que sean de utilidad para técnicos y diseñadores de políticas en CT. La escasa presencia de la CT como instrumento de desarro-llo, especialmente en países en desarrollo, y la existencia de efectos no inmediatos, intangibles e indirectos que se derivan de la aplicación del conocimiento científico son debilidades que afectan y dificultan el diseño de estos indicadores. El hecho que los expertos y gerentes de CT en Iberoamérica estén motivados a diseñar este conjunto de indicadores y realicen esfuerzos por ello, es una señal de cambio de las orientaciones actuales de la gestión de la CT. Los Estados están buscando la forma de lograr una incorporación mas real y auténtica de la CT con la sociedad, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, a partir de una mayor contribución directa de la CT a lo social. |
ABSTRACT: |
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La idea de describir y cuantificar el impacto de la ciencia en la sociedad parte de un supuesto muy generalizado. Este supuesto afirma que La generación de conocimiento y su aplicación repercute directamente en la mejora de la calidad de vida y del desarrollo de un país. Tal supuesto es considerado imperante desde hacia varias décadas en países desarrollados (Brener, 1998), (Kondo, 2001) y (Cerezo, Lujan, 2002). Las comunidades científicas han sustanciado este supuesto mediante su cuantificación y valoración, organizando su descripción cuantitativa mediante la cienciometría y la bibliometría (Spinak, 2001), (Goding,2002).
Hoy en día y desde hace cinco décadas, la mayoría de los países concentran esfuerzos en describir sus logros relacionados con la producción de conocimiento científico bajo el supuesto que Ciencia es igual a Desarrollo. Bajo tal premisa, anualmente los gobiernos centrales calculan sus indicadores de Ciencia y Tecnología (CT). Los indicadores dan cuenta de relaciones entre recursos invertidos y productos obtenidos, como por ejemplo, cuántos investigadores hay por mil habitantes, cuántas nuevas patentes e inventos en estimaciones porcentuales para el total de científicos y de montos destinados a la Ciencia y la Tecnología. Indicadores bibliométricos son también indicadores de CT aunque más específicos; éstos cuantifican la producción de publicaciones científicas bajo criterios como cantidad de publicaciones por autor, por institución, frecuencia de ser citado el autor y/ó sus artículos, temática, entre otros. Todos estos descriptores y como se les llama en la actualidad, indicadores de CT, han sido considerados suficientes como elementos que describen las características de la CT de un país.
Los indicadores CT permiten a los países comparar entre sí la inversión y producción científica, así como buscar diferencias en los años de gestión, con la finalidad de tener información que sea útil al momento de evaluar la relevancia y cuantía de la investigación científica. Los indicadores de CT también son considerados un reflejo del desarrollo de un país; en general, un país con valores altos en sus índices e indicadores sociales y económicos, también cuenta con altas inversiones en CT, adecuadas capacidades y recursos humanos formados, así como un sector industrial que aprovecha tales capacidades y que obtiene beneficios de la derivación de los conocimientos en productos y servicios.
Los primeros intentos por diseñar y difundir el uso de indicadores de CT fueron realizados por la Comunidad Europea (Godin, 2003). El proceso de evaluación de la CT se puede describir como un evento enriquecedor; a medida que pasa el tiempo, surgen nuevos tipos de indicadores; así, el acontecer científico es cada vez más detallado y se denota a su vez, la preocupación de los científicos y de quienes les suministran fondos para sus investigaciones, por caracterizar con la mayor precisión que sea posible, incluyendo en ello las implicaciones que tiene para la sociedad, a la CT. Implicaciones para la sociedad significa en especial considerar las mejoras sociales derivadas de la inversión en Ciencia y Tecnología (Cerezo et al, 2002). Los indicadores de CT se consideran de gran importancia para rediseñar o diseñar nuevas políticas científicas. CECYT (2000), Spinak (2001) y Cerezo et al (2002) los califican como el termómetro que expresa la salud del Sistema de Ciencia y Tecnología de un país. La tabla # 2 incluye un resumen de los principales tipos de indicadores de CT y cómo fueron apareciendo cronológicamente.
El grado de desarrollo de un país se expresa en la magnitud de los valores de diferentes tipos de indicadores, especialmente indicadores económicos (PIB, ingreso per cápita, etc) y sociales ( % de alfabetización, promedio de vida, etc). Establecer que un país es desarrollado o no se enmarca dentro de la caracterización que realiza la ONU junto a otras instituciones de carácter internacional para describir a los países con fines de orientar políticas, programas y acciones. Bajo esta idea, es posible decir si un país es más o menos desarrollado en el campo de la CT comparando los valores de los indicadores de CT.
En los países desarrollados, esta relación, más CT implica mas desarrollo, se sostenía como un hecho simultáneo a la inversión en CT. Mayores inversiones en CT, significaban y significan aún hoy en día, nuevos productos, mejoras en servicios y en productos ya existentes, formándose un circulo armonioso, en donde uno crece (Inversión en CT) y los productos y servicios también, de manera que sólo era necesario estimar cuanto se gastaba en CT, para tener idea de la relevancia de la misma para un país. La Cientometría hace énfasis en describir los volúmenes de inversión que se realizan para CT y la Bibliometría da cuenta de la visibilidad del conocimiento, con énfasis en la difusión de las investigaciones y sus resultados, y en cómo otros científicos hacen uso de los artículos divulgados para sustentar sus propias ideas e invenciones. En gran medida, estos conjuntos de indicadores cientómétricos y bibliométricos responden a la forma en que la CT son parte de la sociedad en los países desarrollados. Forma que ha sido definida por Gibbons et al (1994) como Ciencia modo 1, para hacer referencia a una Ciencia unidireccional que partía de una preocupación inicial, la cual era desarrollada de manera aislada dentro de una disciplina específica (Biología, Geología, Matemáticas).
Este autor advierte que en tiempos recientes, se ha iniciado un movimiento que orienta las acciones en CT de los países hacia nuevos nortes, en los que la interdisciplinaridad y la inter-institucionalidad son elementos preponderantes. Esta es razón y también, punto de continuación, para la generación de nuevos indicadores; la Cientometría y la Bibliometría no han sido suficientes para describir cómo la CT afecta a las sociedades.
Tabla 1
Fuente: Sancho, R (2001) Encuentro Diseño de Indicadores.
Ponencia: Directrices de la OCDE para la Obtención de Indicadores de Ciencia y Tecnología.
Como expresa la tabla 1, a partir de los 90, existe interés también en determinar efectos de la Ciencia que hasta ahora no habían sido valorados, éstos son los llamados intangibles, que tienen que ver con componentes culturales de importancia cómo la aptitud hacia la Ciencia y las creencias, conceptos que construyen las personas sobre el mundo y sus elementos, así como el grado de participación y de preocupación que generan la aplicación de los avances científicos y tecnológicos. La ciencia tiene también impacto en la formación de los ciudadanos como participantes activos de la sociedad con una ética y un modo de ver la vida que pueden estar altamente influenciados por la Ciencia, ya sea que tal impacto se produzca de manera intencional o no. Por ello, podemos afirmar que la Tabla 1 presentará más columnas en décadas por venir, la Ciencia tiene en su esencia el principio de autocorrección, tratando de enriquecer y redefinir su propio concepto, generando para sí mayor complejidad, que a su vez es de utilidad para la inserción de nuevas ideas. Si la forma en que la CT interactúa con los ciudadanos cambia, entonces la Ciencia a su vez buscará la forma de caracterizar este cambio para describirse mejor a sí misma y automejorarse. Existe entonces la preocupación por obtener indicadores de CT que contemplen dentro de sí la presencia de una Ciencia con un mayor carácter interactivo, que se vislumbra para un futuro muy próximo (Ciencia Tipo2 según Gibbons,1994), que permitan obtener información sobre las ideas de la gente de la ciencia misma y sus efectos en sus propias vidas y que reflejen si existe un efecto de la T y de las políticas de Estado vinculadas a CT sobre la sociedad.